El Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOYEM) vuelve a ser noticia, y no precisamente por defender los derechos de sus afiliados.

En la Paraná de las peores épocas, cuando el cinismo se pasea impunemente por los pasillos gremiales, el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOYEM) vuelve a ser noticia, y no precisamente por defender los derechos de sus afiliados.

Hoy, lo que se cocina en las sombras no es más que un manotazo de ahogado para blanquear una gestión manchada de corrupción y estafa.

Fabricio Gómez, Fernando García y ahora el “nuevo” operador, Jesús «Pepi» Núñez –fiel soldado de la intendenta Rosario Romero–, protagonizan una tragicomedia sindical donde desinformar, amenazar y ocultar son las reglas de juego.

Un dictamen demoledor de la Secretaría de Trabajo de la Nación expuso públicamente lo que muchos ya sabían: el sindicato es un botín de guerra, manejado por unos pocos para beneficio propio.Tres empleados municipales –Oscar Alfredo Ríos, María Florencia Albornoz y José Fabián Carreras– tuvieron el coraje de denunciar la podredumbre.

Lo hicieron ante la justicia, luego formalmente ante el Ministerio de Trabajo, y siguen firmes en la lucha por la recuperación institucional. Mientras tanto, los “dirigentes” involucrados ocultan información, suspenden asambleas y usan bienes gremiales como si fueran propios, con amenazas como respuesta a quienes se atreven a exigir transparencia.¿La última jugada desesperada? Convocar a una asamblea trucha el 28 de abril para que los empleados municipales, engañados bajo la excusa de «temas varios», terminen firmando a ciegas la aprobación del balance 2023. Balance que, por cierto, esconde serias irregularidades: no solo faltan documentos básicos de rendición, sino que la revisora de cuentas titular es, convenientemente, la hija del mismísimo secretario de finanzas Jesús Núñez. Más burdo, imposible. Más descarado, también.Con la complicidad del poder político municipal, Núñez y compañía apelan a la vieja receta peronista: infundir miedo, diciendo que «Milei viene por sus derechos» para tapar que, en realidad, los únicos que temen perder algo son los corruptos y sus parientes acomodados.

Mientras tanto, el dictamen oficial EX-2025-37050622-APN-DNTA#MCH notifica al sindicato para que responda sobre las graves denuncias. Pero como era de esperarse, prefirieron esconder el documento, simular normalidad y seguir saqueando.

El SUOYEM Agoniza no por culpa de una intervención externa, sino por culpa de quienes se aferraron al poder para robar, estafar y traicionar a los trabajadores que deberían haber defendido.La historia sindical de la ciudad merecía un final más digno.

Hoy, lo único que representan Gómez, García y Núñez es la imagen más obscena de la corrupción sindical en su fase terminal.