La administración provincial ha proclamado en los medios amigos como “Análisis”, con énfasis que el Presupuesto 2025 está “equilibrado”. Sin embargo, lo que se presenta como un logro histórico merece un examen más profundo cuando se desmenuzan las cuentas públicas.

Tras estas dudosas afirmaciones, varios interrogantes surgen de inmediato: ¿cómo se explica que la provincia recurra a créditos millonarios en dólares para “cerrar” las cifras? ¿Qué pasa con el déficit de la Caja de Jubilaciones que se transfiere directamente a la Tesorería? ¿Y cómo se afrontan los 2.000 millones de pesos mensuales que faltan cada mes en IOSPER?

Un “equilibrio” sostenido por la deuda

La inclusión de un crédito cercano a los 500 millones de dólares en el Presupuesto 2025 es la pieza clave para lograr un balance de ingresos y egresos “en papel”. En la práctica, esto significa que la provincia refinancia parte de sus gastos con préstamos cuyos intereses y amortizaciones pesarán en las cuentas futuras. La pregunta es si este aparente orden en las finanzas no terminará costando más caro en el mediano y largo plazo.

Transferencia del déficit previsional

El déficit de la Caja de Jubilaciones no figura de forma clara como un rojo en el Presupuesto porque se transfiere directamente a la Tesorería. Este “corrimiento” contable es uno de los factores que permite mostrar un equilibrio que no necesariamente refleja la situación real de las finanzas públicas. Semejante mecanismo difumina la responsabilidad de atender, con recursos genuinos, el sistema previsional provincial.

IOSPER: 2.000 millones de pesos por mes

A esto se agrega la crítica situación del Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (IOSPER), que atraviesa un déficit cercano a los 2.000 millones de pesos mensuales. Hasta el momento, no se han presentado soluciones estructurales para cubrir dicho bache, por lo que su sostenimiento depende de parches financieros que prolongan la agonía sin resolver el problema de fondo.

¿Cuál es el equilibrio real?

Si el Gobierno de Entre Ríos precisa créditos millonarios, oculta parte del déficit previsional en otros rubros del Presupuesto y enfrenta una obra social provincial al borde del colapso, resulta inevitable cuestionar la veracidad del supuesto equilibrio fiscal. La contención del gasto público y la promesa de reducir impuestos pueden ser pasos positivos, pero carecen de sustento si la provincia no genera recursos genuinos que superen los gastos y eviten la bola de nieve de la deuda.

Finalmente, la gran pregunta que emerge es: ¿Puede llamarse “equilibrio” a un esquema que depende de endeudamientos masivos y proyecciones inciertas de cara al futuro? El verdadero desafío de la actual administración será demostrar, con datos concretos, que esta aparente solvencia no se convierta en un pesado lastre para la provincia en los años venideros.

¿Otra pregunta es si Frigerio incluye en este “VIRTUOSO SUPERAVIT” los 20.000 millones de pesos cobrados ilegalmente a los entrerrianos en 2024?